En Euskadi continúa aumentando la esperanza de vida de hombres y mujeres
Las mujeres vascas se caracterizan por su elevada edad media a la maternidad, que se sitúa en 32,8 años, más de 2 años por encima de la Unión Europea
Los resultados de los Indicadores para el análisis de los fenómenos demográficos elaborados por Eustat permiten prever que un recién nacido de nuestra Comunidad Autónoma, si es niño, vivirá algo más de 80 años y tendrá una probabilidad de casarse del 48%; y en el caso de que sea niña, su esperanza de vida se prolongará hasta los 86,3 años, su probabilidad de casarse será de casi el 52% y tendrá un solo hijo o hija. En ambos casos cambiarán de residencia nueve veces a lo largo de su vida.
Tanto los hombres como las mujeres de la C.A. de Euskadi han experimentado un incremento constante de su esperanza de vida. Atendiendo a los indicadores observados hace 40 años (69,6 años y 76,9 años de esperanza de vida para hombres y mujeres, respectivamente, en 1976), se observa que la esperanza de vida de las mujeres se ha incrementado en 9,4 años y la de los hombres en 10,8. Los hombres han ganado 3,2 meses más de vida cada año transcurrido hasta alcanzar los 80,4 años, mientras que las mujeres se han beneficiado 2,8 meses más por año, llegando a los 86,3 años. La diferencia entre las esperanzas de vida de ambos sexos se ha reducido a 5,9 años desde la máxima de 8,7 que se dio hace 25 años. De todas maneras, son pocos los países desarrollados que puedan preciarse de poseer tan alta esperanza de vida, especialmente en el caso de las mujeres.
Los tumores constituyen la principal amenaza a los años de esperanza de vida. Si se consiguiera su eliminación completa, los hombres prolongarían su vida 4,4 años y las mujeres 3 años. Más leves son, en cambio, los detrimentos provocados por las causas externas de defunción que restan 8 meses de vida a los hombres y 4 meses a las mujeres, cifras que se reducen en el caso de los accidentes de tráfico a 1 mes para ambos sexos.
Los nacimientos de orden tercero o posterior prácticamente desaparecen
La fecundidad de la C.A. de Euskadi se halla en límites excepcionalmente bajos si la comparamos con la que se da en países como Francia y Suecia, que tienen 1,9 nacimientos por mujer. En 2016 el promedio se sitúa en 1,3, muy lejos de los 2,7 nacimientos de media obtenidos en 1975 y de los 2,1 necesarios para el remplazo generacional. El índice más bajo se observa en Bizkaia con 1,3 nacimientos por mujer, mientras que Álava alcanza 1,5 y Gipuzkoa 1,4.
En base a estos datos, es de prever que una mujer media tenga 0,7 primeros nacimientos, -lo que presume que casi un tercio de las mujeres no tenga ningún descendiente, 0,5 segundos nacimientos y una de cada diez alumbrará un tercero o posterior. En este sentido, el descenso de la fecundidad de rango tres o más es del 90% con respecto a 1975.
Otra de las características de la fecundidad de las mujeres vascas es la elevada edad media a la maternidad, que se sitúa en 32,8 años, más de 2 años por encima de la Unión Europea. También supone 4,2 años más que en 1975. Álava presenta una edad media más baja, 32,4 años, que los otros dos territorios, ya que Bizkaia llega a los 33 años y Gipuzkoa se sitúa en la media de la C.A. de Euskadi.
La edad media al matrimonio supera los 35 años en ambos sexos
El porcentaje de primeros matrimonios que acabarían por celebrarse conforme a las tasas de 2016 alcanzará al 47,7% de los hombres y al 51,9% de las mujeres, lo que supone un descenso importante sobre los índices de 2001 que fueron de 56,1% y 59,5%, respectivamente. Visto desde el otro punto de vista, estos datos significan que el 52% de los hombres y algo menos de la mitad de las mujeres permanecerán solteros o solteras. Esta situación está muy lejos de la que se daba hace 40 años, cuando prácticamente el 100% de las personas acababan casándose.
El análisis de la nupcialidad subraya que sigue manteniéndose el incremento de la edad al matrimonio. La edad media al primer matrimonio es de 37,1 años para los hombres (10,4 años más tarde que en 1975) y 35 años en el caso de las mujeres (10,8 años más que en 1975).
Como sucede con la fecundidad, se constata una considerable concentración de los matrimonios en determinadas edades. En apenas 6 años, entre los 29 y los 35, se casa el 46,4% de los hombres y el 48,6% de las mujeres.
En promedio, un habitante de la C.A. de Euskadi realizará tres emigraciones y media a lo largo de su vida
Lo más frecuente es que la emigración tenga un carácter intraprovincial, es decir, que el municipio de destino se sitúe en el mismo territorio que el de partida; sucede así en más de la mitad de las migraciones (1,9 de un total de 3,5 para los hombres y de un total de 3,4 para las mujeres). En cambio, en promedio, a un hombre le corresponden 1,3 migraciones con destino a fuera de la C.A. de Euskadi (un 40% del total de emigraciones), cifra próxima a 1,4 para las mujeres (38%). Las migraciones entre territorios apenas suponen el 9% del total.
Por Territorios se da una diferencia bastante acusada entre Bizkaia y Gipuzkoa, por un lado, y Álava, por otro; Álava tiene un índice de emigraciones de 2,7 para ambos sexos, Gipuzkoa presenta un número de migraciones de 3,4 en total y Bizkaia alcanza los 3,7 movimientos. Estas diferencias se deben a la movilidad intraprovincial, ya que Gipuzkoa tiene 1,8 movimientos de este tipo y Bizkaia llega a 2,2, mientras que Álava apenas alcanza los 0,8 movimientos intraterritoriales. En los movimientos entre los Territorios destaca Álava, con 0,4 movimientos por persona, casi el doble de los que se dan en Bizkaia (0,2) o en Gipuzkoa (0,3).
Entre las mujeres, a medida que aumenta la distancia de la emigración lo hace también la edad media, de forma que las que se mueven dentro de cada Territorio son las más jóvenes, con 33,9 años y si emigran a fuera de la C.A. de Euskadi lo hacen con 34,5 años de media. Entre los hombres, la variación es más pequeña e inversa, ya que va de los 34,3 años de los que salen fuera de la Comunidad, a los 34,6 de los que se mueven entre los Territorios.
Por lo que respecta a los traslados dentro del propio municipio, los que presentan mayor movilidad son los hombres y las mujeres alavesas, con casi 7 movimientos de media y los que menos los hombres y mujeres residentes en Gipuzkoa.
Si sumamos las migraciones y los cambios de domicilio, un habitante realizará 9,5 cambios de residencia a lo largo de su vida, ya sea dentro de su municipio o fuera del mismo.
- Eustat – Euskal Estatistika Erakundea / Instituto Vasco de Estadística
- redaccion@gipuzkoadigital.com GipuzkoaDigital.com 5 Abril 2019
- Publicado en Estadísticas Euskadi ESTATISTIKA
En Euskadi la esperanza de vida ha aumentado en todas las comarcas
Aunque las comarcas rurales alavesas siguen teniendo la esperanza de vida más alta, las diferencias han disminuido
La esperanza de vida de los habitantes vascos está muy próxima, e incluso por encima en el caso de las mujeres, a la de los países más desarrollados, según datos elaborados por Eustat. Su aumento ha sido espectacular, ya que desde 1980 a 2010 el incremento ha sido de casi 8 años en el caso de los hombres y de casi 6 en las mujeres.
En todo este período la esperanza de vida registrada en las comarcas alavesas ha superado a las vizcaínas o guipuzcoanas, sobre todo en el caso de las mujeres. Pero han sido las comarcas vizcaínas las que en estos 30 años han experimentado los incrementos más elevados, aunque es cierto que partían de los valores más bajos.
Entre los hombres, la comarca que más ha visto crecer su esperanza de vida ha sido la de Donostia-San Sebastián (9,1 años) y, entre las mujeres, Llanada Alavesa (6,8 años). También en estos casos se debe a que partían en 1980 de unos índices más bajos. Las restantes comarcas alavesas son las que presentan unos incrementos menores durante estos 30 años en ambos sexos; incluso el incremento es casi nulo para los hombres de Valles Alaveses.
No obstante, el hecho más importante de la evolución de la esperanza de vida entre 1980 y 2010, aparte de su incremento, es la tendencia hacia la homogeneización de los años de vida entre los diversos ámbitos territoriales de la C.A. de Euskadi. A nivel de territorio y entre los hombres esto es evidente, ya que de una diferencia en esperanza de vida entre Álava y Bizkaia de 2,8 años en 1980 se ha pasado a 1,6 años en 2010. Entre las mujeres también ha disminuido, en menor medida, ya que ha pasado de 1 año a 0,6 en este período.
Si se calculan las diferencias entre la comarca de más esperanza de vida y la de menos para cada sexo en estos 30 años, se observa que la de los hombres presenta una disminución constante: partiendo de 8,4 años en 1980 cae a 3,8 años en 2010. Por otro lado, la diferencia entre las mujeres ha seguido una evolución algo menos acusada, ya que ha disminuido en 2,9 años en este período.
Dentro de los territorios, las comarcas de Álava son las que en mayor medida han experimentado esa tendencia de homogeneización de las esperanzas de vida, aunque partían de una desigualdad mucho más alta. Entre los hombres la disminución ha sido un poco más elevada, ya que de una diferencia de 6,4 años en 1980 se ha pasado a 2,9 en 2010, mientras que entre las mujeres ha disminuido en 4,6 años (de 5,9 años en 1980 a 1,3 en 2010). A pesar de esto, la diferencia entre la comarca con el índice más elevado y la que tiene el mínimo es la mayor tanto por territorios como por sexo.
En las comarcas de Bizkaia y Gipuzkoa las diferencias al principio del período eran mucho más reducidas; concretamente la más elevada se daba entre los hombres de Gipuzkoa con 2,9 años. Seis lustros más tarde la diferencia era menor, llegando al mínimo de 0,9 años entre los hombres de las comarcas de ambos territorios.
La fecundidad continúa en unos niveles bajos, aunque se ha dado una ligera recuperación
La evolución de la fecundidad en las comarcas ha seguido la misma tendencia que la observada en el conjunto de la C.A. de Euskadi. Entre 1980 y 1995 disminuyó en todas ellas con mayor o menor intensidad y desde 1995 al 2010 se produjo una recuperación, aunque débil.
En 1980 ninguna comarca superaba los 2,1 hijos por mujer; la que más se acercaba era Rioja Alavesa, con 2,05, mientras Bajo Deba sólo alcanzaba 1,25 hijos por mujer. Hasta 1995 el descenso de la fecundidad fue tan acusado que sólo siete comarcas superaban 1 hijo por mujer, siendo Urola Costa la que presentaba un índice más alto, aunque sólo alcanzaba el 1,2; en ese mismo año Valles Alaveses tenía la fecundidad más baja de todo el período estudiado con 0,66 hijos por mujer. En el año 2010 todas las comarcas tenían más de 1,2 hijos de media por mujer, destacando las comarcas de Goierri y Tolosa con 1,6.
En estos 30 años las tres comarcas que han reducido su fecundidad alrededor de un 34% son Gran Bilbao, Llanada Alavesa y Donostia-San Sebastián, donde se localizan las capitales de los tres territorios. Hay que destacar que, en las comarcas de Gipuzkoa salvo Donostia-San Sebastián, el descenso de la fecundidad ha sido menor que la media de la C. A. de Euskadi; incluso Bajo Deba y Tolosa se recuperan en un 17,2% y un 7,5% respectivamente.
Por otra parte, la edad media a la maternidad, que en 1980 rondaba los 29 años en todas las comarcas, en 2010 se ha elevado alrededor de 4 años en la mayoría de ellas. En Valles Alaveses y Montaña Alavesa la edad media sólo ha aumentado en 2,3 años, pero es que ya partían de los valores más altos.
Desciende la nupcialidad y se retrasa el matrimonio
En 1980 la comarca de Arratia-Nervión presentaba los índices de nupcialidad más elevados tanto para los hombres como para las mujeres, con casi el 90% de personas que acabarían casándose; en el otro extremo estaba Bajo Deba con unos porcentajes inferiores al 50% con lo que se aprecia la gran disparidad en el comportamiento nupcial entre las comarcas. Treinta años después estas diferencias han disminuido mucho debido al descenso de los índices de nupcialidad en todas las comarcas: los máximos se dan ahora entre Alto Deba (más del 60%) y los mínimos en Valles Alaveses (menos del 40%).
Resulta significativo que las comarcas que en 1980 presentaban unos porcentajes de nupcialidad muy reducidos (Bajo Deba, Alto Deba o Tolosa) en lugar de compartir la evolución general de descenso de la nupcialidad hayan mantenido e incluso aumentado su intensidad respecto del resto de comarcas en 2010. De esta forma, mientras que en 1980 la nupcialidad de Llanada Alavesa era un 40% superior al de
Bajo Deba, en el año 2010 las personas residentes en esta comarca se casan un 25% más que en aquélla.
Otra característica significativa de la evolución de la nupcialidad se encuentra en la variación de la intensidad por sexo: en 1980 un número importante de comarcas presentaba unos índices superiores para los hombres, entre ellas Llanada Alavesa, Gran Bilbao y Donostia-San Sebastián, pero las diferencias se han reducido hasta tal punto que ahora la primonupcialidad es más frecuente en las mujeres.
Las mujeres de la C.A. de Euskadi se casan en promedio más de 2,2 años antes que los hombres y esta diferencia prácticamente se mantiene estable desde 1980 al 2010. Pero lo más significativo es que la edad al matrimonio se ha elevado casi 9 años en ambos sexos. En 2010 la edad mínima entre los hombres se registra en Encartaciones con 33,8 años y la máxima en Markina-Ondarroa con 36,2. Entre las mujeres, la edad mínima se da también en Encartaciones (31,3 años) y la máxima en Montaña Alavesa (33,7 años).
Nota metodológica
Hay que hacer notar que los índices aquí presentados se calculan sobre agrupaciones de cinco generaciones, para lo cual se contabilizan los sucesos de 5 años antes y 5 años después de la fecha de referencia. Por ejemplo, para los indicadores de 2010- 2011 se contabilizan las defunciones, los nacimientos y los matrimonios ocurridos entre 2006 y 2015 para las generaciones agrupadas quinquenalmente a 1 de enero de 2011.
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redaccion@gipuzkoadigital.com GipuzkoaDigital.com 10 Mayo 2018
Donostia San Sebastián
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Bizi itxaropena goraka Euskal AEko eskualde guztietan
Aldeak gutxituz, baina Arabako landa eskualdeetan bizi itxaropen handiena beti ere
Eustaten arabera, gure bizi itxaropena estatu garatuagoenetik oso gertu dago; emakumeena, gainetik. 1980-2010 bitartean, gizonena ia 8 urtez luzatu da, ia 6z emakumeena.
Arabako landa eskualdeetan bizi itxaropena luzeagoa da Bizkai edo Gipuzkoakoen aldean, batez ere emakumeena. 30 urteotan, Bizkaiko eskualdeetan hazkunde handienak, balio txikienetatik abiaturik.
Gizonen bizi itxaropena Donostialdean luzatu gehien (9,1 urtez); emakumeena (6,8z) Arabako Lautadan. 1980an balio txikienetatik abiatu ziren, kasu hauek ere. Arabako gainerako eskualdeetan hazkunderik txikienak 30 urteotan eta bi sexuetan; hazkunderik ez ia Arabako Ibarretako gizonentzat.
1980-2010 bitartean, bizi itxaropena luzatzeaz gain homogeneizatu egin da Euskal AEko lurralde arloetan. 1980an Arabako eta Bizkaiko gizonen arteko aldea 2,8 urte ziren; 2010ean 1,6. Aldi horretantxe, emakume artean, urte 1etik 0,6ra jaitsi.
30 urteotan, begiratuz gero bizi itxaropen txikiendun eta handiendun eskualdeen arteko aldeari gizonenean etengabeko txikitzea: 1980an 8,4 urte; 3,8 2010ean. Emakume artean 2,9 urtez gutxitu aldi berean.
Arabako eskualdeetan homegeneizatu da gehien bizi itxaropena; aldea askoz handiagoa zela esan behar. 1980an 6,4 urte; 2,9 2010ean gizonentzat. 1980an 5,9 urte; 1,3 2010ean emakumeentzat, 4,6 urte gutxiago. Halere, indize altuena eta baxuena duten eskualdeen arteko aldeak handienak dira, bai lurralde, bai sexuaren arabera.
Bizkaia eta Gipuzkoako eskualdeen arteko aldeak aldiaren hasieran askoz txikiagoak ziren; handiena Gipuzkoako gizonen artean, 2,9 urte. Handik hogeita hamar urtera, 0,9 urte, minimoa, bi lurraldeotako gizonen artean.
Ugalkortasuna baxu, zertxobait bizkortu bada ere
Eskualdeetan eta erkidegoan, joera bera. 1980-1995 bitartetan denetan behera, aldeak bai intentsitatean; 1995-2010 aldian, bizkortze makala.
1980an emakumeko 2,1 haurren gainetik, eskualderik ez; gertuen Errioxa, 2,05. Debabarrenan 1,25 besterik ez. 1995era bitartean ugalkortasuna hainbeste jaitsi zen ezen zazpi eskualdetan bakarrik zen emakumeko haur 1 baino handiagoa. Urola- Kostan 1,2, handiena. Orduantxe Arabako Ibarretan aldi osoko txikiena, 0,66 haur emakumeko. 2010ean eskualde guztietan 1,2 batez beste baino gehiago, Goierrin eta Tolosan 1,6.
Orrialdea 1(2)
EUSKAL ESTATISTIKA ERAKUNDEA INSTITUTO VASCO DE ESTADÍSTICA
Adierazle demografikoak 2006-2015
30 urteotan Bilbo Handian, Arabako Lautadan eta Donostialdean %34 inguru gutxitu ugalkortasuna; alegia, hiriburuen inguruan. Gipuzkoan, Donostialdean izan ezik, ugalkortasunaren jaitsiera txikiagoa izan da Euskal AEko batez bestekoa baino; Debabarrenan (%+17,2) eta Tolosaldean (%+7,5) bizkortzea.
1980an amatasunaren batez besteko adina 29 urte inguru,eskualde guztietan; 2010ean 4 urte gehiago gehienetan. Arabako Ibarretan eta Mendialdean batez besteko adina 2,3 urtez bakarrik luzatu da, baina balio altuenetatik abiatu.
Ezkontza-tasa behera, ezkontza atzeratu
1980an Arratia-Nerbioin pertsonen %90 ezkonduko ziren; Debabarrenan ezta %50 ere. Aldeak asko txikitu dira hogeita hamar urteotan, ezkontza-tasa eskualde guztietan jaitsi delako: Maximoa Debagoienan (%60 pasa); minimoa Arabako Ibarretan (%40tik behera).
1980ean ezkontza-tasa baxuenetako eskualdeak (Debabarrena, Debagoiena, Tolosaldea), tasa jaitsiera orokorrarekin bat ez etortzeaz gain, 2010ean oraindik ere intentsitate handiagoz beste eskualdeen aldean. 1980an Lautadako ezkontza-tasa %40 handiagoa zen Debabarrenakoa baino; 2010ean, %25 txikiagoa.
1980an eskualde askotan gizonen ezkontza-tasa altuagoa zen, esaterako Lautadan, Bilbo Handian eta Donostialdean; aldeak hainbeste txikitu dira ezen lehen ezkontza gehiago dago emakumeen artean.
Emakumeak 2,2 urte lehenago ezkontzen dira erkidegoan; datua egonkor 1980tik 2010era. Bi sexuetan ezkontzeko adina ia 9 urtez handitu. 2010ean gizonen adin txikiena Enkarterrietan (33,8), maximoa Markina-Ondarroan, 36,2. Emakumeen minimoa Enkarterrietan (31,3); maximoa (33,7) Arabako Mendialdean.
Ohar metodologikoa
Indizeok bost belaunaldi multzokatuz kalkulatzen dira; gertatuak kontabilizatzen dira erreferentzia-datatik 5 urte lehenagotik 5 urte geroagora. Adibidez, 2010-2011 adierazleentzat, 2006-2015 bitarteko heriotzak, jaiotzak eta ezkontzak kontabilizatzen dira, 2011ko urtarrilaren batean bosturteka multzokatutako belaunaldientzat.
- Publicado en Noticias de Donostia San Sebastián Gipuzkoa Euskadi
En Euskadi los nacimientos de orden tres o posterior han descendido un 90% desde 1976
La esperanza de vida en los últimos 40 años ha aumentado en 9,3 años para las mujeres y en 10,7 para los hombres en la C.A. de Euskadi
Los resultados de los Indicadores Demográficos elaborados por Eustat indican que los hombres tienen una esperanza de vida al nacimiento de algo más de 80 años y una probabilidad de casarse del 46%; en el caso de las mujeres, su esperanza de vida se alarga hasta los 86,2 años, su probabilidad de casarse es de casi el 51% y su fecundidad conduce a 1,4 hijos e hijas en promedio. En ambos casos la movilidad geográfica supera los 9 cambios de residencia a lo largo de su vida.
Tanto los hombres como las mujeres de la C.A. de Euskadi han experimentado un incremento constante de su esperanza de vida. Atendiendo a los indicadores observados hace 40 años (69,6 años y 76,9 años de esperanza de vida para varones y mujeres), se observa que la esperanza de vida de las mujeres se ha incrementado en 9,3 años y para los hombres en 10,7. Los varones han ganado 3,2 meses de vida cada año hasta alcanzar los 80,3 años, mientras que las mujeres se han beneficiado 2,8 meses por año, llegando a los 86,2 años. La diferencia entre las esperanzas de vida de ambos sexos se ha reducido a 5,9 años desde la máxima de 8,7 que se dio hace 25 años. Hay pocos países que puedan preciarse de tener tan alta esperanza de vida, especialmente en el caso de las mujeres.
Los tumores constituyen la principal amenaza a la esperanza de vida y, si se consiguieran eliminar totalmente, los hombres prolongarían su vida 4,5 años y las mujeres 3,1 años. Más leves son, en cambio, los descensos provocados por las causas externas de defunción, que restan 9 meses de vida a los hombres y sólo 3 meses a las mujeres. Atendiendo únicamente a los accidentes de tráfico, que se incluyen entre las causas externas, la reducción se cifra en 2 meses para los hombres y ninguno para las mujeres.
La fecundidad continúa en unos niveles bajos
La fecundidad de la C.A. de Euskadi se halla en niveles muy bajos en comparación con la que se registra en los países de nuestro entorno. El promedio de hijos e hijas se sitúa en 1,4 en 2016, muy lejos de los 2,7 de media obtenidos en 1976 y también de los 2,1 necesarios para el reemplazo generacional. El índice sintético más bajo lo presenta Bizkaia con 1,3 hijos e hijas por mujer, mientras que Álava alcanza 1,5 y Gipuzkoa 1,4.
En relación con el rango de los nacimientos, se calcula que una mujer media tendrá 0,7 primeros hijos, lo que presume que un tercio de las mujeres no tendrá ningún hijo, 0,5 segundos hijos y una de cada diez alumbrará un tercero o posterior. En este sentido, el descenso de la fecundidad de orden tercero o posterior es del 90% con respecto a 1976.
Otra de las características de la fecundidad de las mujeres vascas es la concentración de los nacimientos en un limitado rango de edades. La edad media de la maternidad, bastante similar en los tres territorios, se sitúa alrededor de los 33 años, 4,8 años más tarde que en 1975, produciéndose una fuerte concentración de los alumbramientos en torno a esta edad.
Descenso de la nupcialidad
El número de primeros matrimonios alcanza al 46,3% de los hombres y al 50,8% de las mujeres, lo que supone un descenso importante sobre los índices de 2001 que fueron de 56,1% y 59,5%, respectivamente. Desde el otro punto de vista, estos datos significan que el 54% de los varones y algo menos de la mitad de las mujeres se quedarían solteros si la nupcialidad observada en 2016 se mantuviera constante. Esta situación está muy lejos de la que se daba hace 40 años cuando prácticamente el 100% de las personas acababan casándose.
El análisis de la nupcialidad constata que continúa el incremento de la edad al matrimonio. La edad media al primer matrimonio es de 36,8 años para los hombres (10,1 años más tarde que en 1975) y 34,6 años en el caso de las mujeres (10,4 años más que en 1975).
Como sucede con la fecundidad, se produce una considerable concentración de los matrimonios en determinadas edades. Entre los 30 y los 35 años se casa el 41,1% de los varones y entre los 29 y los 34 años el 45% de las mujeres.
En promedio, un habitante de la C.A. de Euskadi realiza 3,5 emigraciones a lo largo de su vida
Lo más frecuente es que la emigración sea intraprovincial, es decir, que el municipio de destino se sitúe en el mismo territorio que el de partida; sucede así en más de la mitad de las migraciones (1,8 de un total de 3,5 para los varones y 1,8 de un total de 3,3 para las mujeres). En cambio, a una persona media le corresponden 1,3 emigraciones con destino a fuera de la C.A. de Euskadi (casi un 40% del total). Las migraciones entre territorios apenas suponen el 9% del total.
Por territorios se da una diferencia bastante acusada entre Bizkaia y Gipuzkoa, por un lado, y Álava, por otro: mientras Álava tiene un índice de 2,7 emigraciones, Gipuzkoa sube a 3,4 y Bizkaia a 3,6. Estas diferencias se deben a la movilidad intraprovincial, ya que Gipuzkoa tiene 1,8 movimientos de este tipo y Bizkaia 2,1, mientras que Álava se queda en 0,8 debido a la concentración demográfica de la capital. En los movimientos entre los territorios destaca Álava con 0,4 por persona, más del doble de los que se dan en Bizkaia y Gipuzkoa.
A medida que aumenta la distancia de la emigración lo hace también la edad, de forma que, en promedio, los varones que se mueven dentro de los tres territorios son los más jóvenes, con 32,7 años, al igual que las mujeres, 33,3 años. En cambio, los varones que emigran fuera de la C.A. de Euskadi tienen 34,7 años de media y las mujeres 34,9.
Por lo que respecta a los traslados dentro del propio municipio, la mayor movilidad se da en Álava con 7 movimientos de media y la menor en Gipuzkoa.
Si sumamos las migraciones y los cambios de domicilio la movilidad se sitúa alrededor de nueve cambios de residencia a lo largo de la vida, ya sea dentro del municipio o fuera de él.
redaccion@gipuzkoadigital.com GipuzkoaDigital.com 30 Marzo 2018
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Azken 40 urteetan bizi-itxaropena 9,3 urtez luzatu da emakumeentzat eta 10,7z gizonentzat Euskal AEn
Hirugarren eta ondorengo seme-alabak %90 gutxiago 1976tik
Eustaten adierazle demografikoek diotenez, Euskal AEn jaiotako gizonezkoa 80 urte pasatxo biziko da, eta %46ko probabilitatez ezkondu egingo da. Emakumeak 86,2 urtez bizi; ezkondu %51ko probabilitateaz, eta 1,4 haur izan. Denentzat, 9 aldiz pasa aldatuko dira bizilekuz bizitzan.
Euskal AEko gizon zein emakumeek bizi-itxaropenaren etengabeko hazkundea izan dute. Orain 40 urteko adierazleak (69,6 urte gizonentzat, 76,9 emakumeentzat) ikusita, bizi-itxaropena 9,3 urtez luzatu da emakumeentzat eta 10,7z gizonentzat). Urtean-urtean 3,2 bizi-hil irabaziz, gizonena 80,3 urtetan da; emakumeena, 2,8, 86,2tan. Bi sexuen arteko aldea orain 25 urteko 8,7ko maximotik 5,9 urtera laburtu da. Lurralde garatu gutxik dute horrelako bizi-itxaropenik, batez ere emakumeentzat.
Tumoreak –etsai nagusia- erabat desagertuko balira, gizonen bizitza 4,5 urtez luzatuko litzateke, eta emakumeena 3,1ez. Kanpoko heriotza-kausek berriz, 9 hil kentzen diote gizonen bizitzari eta 3 emakumeenari. Trafiko istripuak –kanpo kausa- aintzat, bi hileko murrizketa gizonentzat eta batere ez emakumeentzat.
Ugalkortasunak oso baxu dirau
Euskal AEko ugalkortasuna oso txikia gure ingurukoenaren aldean. 2016an seme-alabak 1,4 dira batez beste; 1976an 2,7. Belaunaldi ordezkatzerako 2,1 behar dira. Ugalkortasun baxuena, Bizkaian, 1,3 haur emakumeko; 1,5 Araban; 1,4 Gipuzkoan.
Batez besteko emakumeak 0,7 lehen haur izango ditu; alegia, emakumeen herenak haurrik ez; 0,5 bigarren haur eta hamarretik batek hirugarren edo ondorengo bat. Hirugarren eta ondorengo seme-alabak %90 gutxiago 1976tik.
Ama izateko batez besteko adina, oso antzekoa hiru lurraldeetan, 33 urte, 1975ean baino 4,8 gehiago. Adin horren bueltan, jaiotza asko pilatzen da.
Ezkontza tasa beheraka
2001ean, lehen ezkontzan gizonen %56,1 eta emakumeen %59,5 genituen; gaur egun %46,3 eta %50,8. 2016ko ezkontza-tasak bere horretan badirau, gizonen %54 eta emakumeen erdia baino zerbait gutxiago ez dira sekula ezkonduko. Orain 40 urte pertsonen ia %100 ezkontzen zen
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