- El 93,2% del suelo en Euskadi es suelo no urbanizable, mientras que el 6,78% se encuentra calificado para usos urbanísticos, según los indicadores de sostenibilidad territorial y urbanística publicados por la viceconsejería de Planificación Territorial
- La calificación de suelo para usos urbanísticos se ha reducido un 34%, pasando de las 380 hectáreas de 2011 a las 205 de la actualidad
La Viceconsejería de Planificación Territorial ha publicado los indicadores de sostenibilidad territorial y urbanística de Euskadi relativos a 2016. Estos índices miden de forma numérica la relación entre los distintos parámetros que se manejan en la ordenación del territorio. Ponen en relación el suelo disponible, el uso que se le da, la intensidad de dichos usos y la relación que todo ello tiene con la población a la que sirven y su impacto en el entorno. Son, en definitiva, una herramienta que facilita la posibilidad de realizar un seguimiento de la evolución urbanística de nuestros pueblos y ciudades, permitiendo en su caso establecer las correcciones pertinentes para lograr un desarrollo territorial sostenible.
En Euskadi, el 6,78% el suelo se encuentra calificado para usos urbanísticos en este momento, mientras que el 93,2% restante es considerado suelo no urbanizable. La CAPV tiene una densidad de población de 300,38 habitantes por cada kilómetro cuadrado del territorio, lo que la sitúa como la segunda Comunidad Autónoma con más densidad de España, por detrás de Madrid, que registra 804 hab/km2 y por delante de Canarias y Cataluña, que cuentan con densidades de 286 y 232 hab/km2, respectivamente. A nivel europeo, Euskadi se sitúa entre los 269 habitantes por kilómetro cuadrado que podemos encontrar en el Reino Unido y los 372 habitantes por kilómetro cuadrado de Bélgica.
En cuanto a la densidad urbana, la media del País Vasco es de 4.429 habitantes por cada kilómetro cuadrado, y alcanza en Bilbao los 17.700 hab/km2 y en Ermua los 11.583 hab/km2 respectivamente. Se trata, en estos casos, de un modelo de ciudad denso en relación a la ciudad americana o incluso a la ciudad europea.
Otro de los factores analizados es la densidad de vivienda, un indicador de gran importancia para nuestros pueblos y ciudades, ya que una mayor densidad va unida a una más intensa vida urbana, lo que propicia una mayor cohesión social, más seguridad y mejor calidad de vida. Por medio de este indicador se analizan, por un lado, el número de viviendas existentes en el suelo urbano por cada hectárea del mismo para uso residencial, así como las nuevas viviendas previstas en el mismo. Las áreas urbanas con una mayor densidad de vivienda son: Eibar con 114 viviendas por hectárea, seguido de Bilbao metropolitano, con 93; Zarautz-Azpeitia, con 69; Donostia, con 69 y Mondragón-Bergara, con 67. Tras ellas se sitúan Durango, Gernika y Tolosa.
El indicador denominado ‘Modelo urbano’ refleja el porcentaje de suelo urbanizable respecto a la totalidad del suelo ya urbano y el apto para para su urbanización, y muestra la previsión de transformación urbanística del suelo, por lo que su adecuada definición establecerá la racionalidad en el proceso de artificialización previsto. En Euskadi el suelo urbanizable supone un 19,88% del total urbano y urbanizable, del cual un 47,82% está calificado para uso residencial y un 52,18% para actividades económicas. Este modelo varía entre la vertiente cantábrica, en la que este indicador es del 17,87% para Bizkaia y del 18,25% para Gipuzkoa, y la vertiente mediterránea, donde alcanza un 22,83% para Álava, mostrando que la propia orografía del territorio influye en la extensión del crecimiento.
En cuanto al desarrollo residencial, el número de viviendas previstas por el planeamiento en Euskadi es de 198.571, lo que supone un incremento de un 20,52% sobre el parque de vivienda existente. El reparto de estas previsiones no es homogéneo y varía desde el incremento de un 14,65% previsto para Bilbao metropolitano hasta el 59,48% previsto para Laguardia.
Asimismo, se analiza la evolución de la artificialización y calificación urbanística del suelo en los últimos años, un recurso vital que desempeña un gran número de funciones esenciales, sean de naturaleza ambiental, económica o social. En este sentido, hay que señalar que el ritmo de calificación de suelo para usos urbanísticos ha disminuido desde el año 2011, pasando de las 380 hectáreas anuales que se calificaban ese año a una media de 205 hectáreas anuales en la actualidad, lo que puede valorarse de forma positiva en un contexto de sostenibilidad territorial.
La viceconsejera de Planificación Territorial, Arantza Leturiondo, considera que la foto de Euskadi que muestran estos indicadores “está en línea con los objetivos de desarrollo sostenible en cuanto a las ventajas que unas ciudades y pueblos densos representan. La densidad favorece la relación y la cohesión social, una menor movilidad y, en definitiva, una mejor calidad de vida. Ahora toca mirar hacia dentro y esforzarnos por trabajar en la regeneración y renovación urbana de los barrios más envejecidos y degradados”.
Toda la información sobre los indicadores de sostenibilidad territorial y urbanística se encuentra de forma más detallada en http://www.ingurumena.ejgv.euskadi.eus/r49-aa33a/es/aa33aIndicadoresWAR/indicadoresJSP/index.jsp
Gobierno Vasco
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redaccion@gipuzkoadigital.com GipuzkoaDigital.com 11 Abril 2017
Donostia San Sebastián
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